Marruecos es un país repleto de posibilidades, especialmente para los que buscan aventura, pues estais preparando un viaje a Marruecos, uno de los lugares más espectaculares y exóticos del mundo, un cóctel para los sentidos; desde la Fez Medieval, o la ciudd magica de Marrakeck hasta las impresionantes vistas que nos ofrece el paisaje marroquí.
Viajar a Marruecos
Marruecos ha sido siempre un cruce de camino, un pase entre África, Europa y Oriente Medio, un ejemplo de este hecho es Tánger, que recorre el vestigio de la presencia europea, siendo la principal entrada al país vecino. Recorrer las magníficas ciudades de Essaouira, Casablanca, Asilah o Rabat permite realizar un recorrido por la costa atántica marroquí hacia el sur. Un recorrido por Marruecos que nos enseña la magia que evoca África. Nos podemos desviar al este por la costa mediterránea, donde nos sucumbirá el embrujo de Tetuán y Chefchaouen, en las montañas del Rif.
Desde el Rif se extiende una cadena montañosa muy amplia que atraviesa el Atlas Medio. Es una zona excepcional para practicar trekking y salir de los circuitos habituales, pues la ruta se hace por los tranquilos senderos que van por los pueblos de la montaña, pueblos tranquilos entre montañas, con flores silvestres antiguos territorios del pueblo bereber.
Aventura en Marruecos
Marruecos es un paisaje de ensueño en el que de repente todo cambia. Las montañas se rompen para formar barrancos, y las casas adquieren un color rojizo. El Sahara se hace ver, desierto que se extiende en kilómetros y kilómetros de arena perfectamente esculpida sobre el suelo.
Propuestas para los aventureros en Marruecos: Disfrutar de las vistas del Dadés llamado 'valle de las mil kasbas'. Observar las aves o recorrer en bote en el lago del Parque Nacional de Merdja Zerga. Disfrutar del surf y la arena en Mirleft con 6 playas estupendas donde elegir.
Recorrer en camello durante horas, días o semanas las dunas del Sahara en el Erg Chigaga.
Que ver en Marruecos
Para el viajero turista no te puedes perder las mezquitas, monumentos y madrazas:
· El mihrab, o nicho para la oración, que apunta hacia La Meca en la madraza de Alí ibn Yusuf, Marrakech.
· La mezquita e Hassan II en Casablanca de imponente mármol, una joya arquitectónica.
· El maravilloso legado de los imperios antiguos en las ruinas romanas de Volúbilis, de hace más de 2000 años.
· El centro histórico de Fez el-Bali
· Las calles de la famosa medina de Chefchaouen, donde confluyen la arquitectura marroquí y andaluza.
· Las murallas de la Cité Portugaise de El-Jadida, del siglo XVI
Para los amantes de la aventura en Marruecos, no os podéis perder:
· No hay que perderse los macacos, que avistan en las excursiones por el Rif.
· Dar una vuelta por el Boulevard de la Corniche, el paseo marítimo de Casablanca.
· Subir por las empinadas calles de Chefchaouen, una de las poblaciones más hermosas del Rif.
· Abrirse por los imponentes desfiladeros de tonos ocre en la garganta del Todra.
· Kasbas y Ksours, fortalezas que bordean la ruta hacia la garganta del Dadés.
· Admirar las flores silvestres que florecen en primavera en las praderas montañosas de la meseta de Tichka.
· Serpentear por la espectacular carretera de la costa que conduce a Oued Laou, un tranquilo pueblecito de barcas de pescadores y calas ocultas.
· Las cumbres nevadas durante todo el invierno en los alrededores del Yébel Toubkal.
· Las dunas del Erg Chebbi, espectaculares al amanecer y al anochecer.
Comprar en Marruecos
Las mejores piezas de joyería bereber se encuentran en el sur en Sus. Puedes poner a prueba tu regateo en los zocos, pero conviene un poco de práctica. Completar el circuito a pie por el laberinto de tiendas y zocos de la medina de Fez. Puedes pasear por los zocos de Marrakech y admirar las medicinas, polvos y pociones tradicionales de lo boticarios de la plaza de Rahba Qedima. Para los amantes de las compras no hay que perderse el día de mercado en uno de los pueblos bereberes del exuberante valle de Aït Bou Goumez.
Cuando te canses de comprar en Marruecos, tambien puedes degustar una ración de las mundialmente conocidas ostras de Oualidia. Huye del bullicio de Marrakech en una excursión de un día al espectacular valle de Ourika, para disfrutar de unas vistas maravillosas y una buena mesa. El plato fuerte de la diffa, que significa banquete festivo, es el cuscús.